2010-03-25

Priapus Rex et Deo

EL CULTO A PRÍAPO Acercarse la Semana Santa y acordarme de los dioses viejos es todo uno. Abro una caja polvorienta en el Desván, y me doy de narices con un ejemplar del libro EL CULTO A PRIAPO y sus relaciones con la Teología mística de los antiguos, seguido de un Ensayo sobre el culto a los poderes generadores durante la Edad Media, obra del caballero Richard Payne Knight publicada en 1865, de la que provienen los grabados que hoy les enseño. Fuerza solar, dios creador, Lingam para los hindúes, el falo representa la potencia engendradora, y como tal sus representaciones son múltiples, ubicuo en casi todas las antiguas culturas. Mucho choca hoy a nuestros ojos, ensombrecidos por dos mil años de tiranía del dios cristiano, heredero del judío con su horror al cuerpo. Broches, exvotos, relieves, figuras casi todas procedentes del antiguo reino de Isernia, en las cercanías de Nápoles. No puedo precisarles gran cosa más acerca de cada imagen en particular, pues don Richard, según se acostumbra en la arqueología de su época, da unas muy vagas indicaciones que no concretan el lugar del hallazgo, la función o la edad de cada pieza. Busquen, si acaso, tan erudito e interesante tratado, editado en nuestros pagos por última vez en 1980... Años harto más abiertos, paradójicamente, que estos de ahora tan correctitos políticamente y tan pacatos...

2010-03-22

Genuine

GENUINE
Director: Robert Wiene. Con Fern Andra, Albert Bennefeld, Lewis Brody, John Gotwott. Alemania, 1920.

Palabras mayores, nietucos, las que componen este mediometraje (no alcanza los tres cuartos de hora) prodigioso y relegado. No es de extrañar, puesto que se debe al grandísimo artista Robert Wiene, quien lo afronta solo un año después de estrenar su imperecedero Gabinete del Doctor Caligari.

Viene a ser, aunque el argumento no tenga nada que ver, una continuación de las atmósferas surreales y enfermizas de aquél; como tal, es pura miel y ambrosía visual para los ojos de todo espectador sensible. Pocas gentes como el señor Wiene han sabido recrear en imágenes cinematográfi--cas el mundo del subconsciente y la pesadilla con una fuerza y singularidad semejantes...


No puede ser de otro modo: se trata de una historia onírica, a caballo entre la vanguardia artística y los contenidos mágicos; como tal, algo confusa, abierta y susceptible de mil interpretaciones.


Genuine, misteriosa hembra venerada como sacerdotisa por un hato de infieles, es vendida como esclava en un mercado en el que medio en porra se exhibe a las pobres víctimas del infame comercio. La compra un señor con chistera, viejo y llamicoso, que la encierra en una habitación para contemplarla, sin atreverse a ponerle un dedo encima.
Transcurre en un universo absolutamente artificial, hecho de decorados distorsionados y extravagantes que traen a la cabeza algunas ficciones de Entre Guerras, los universos enfebrecidos y fantásticos de Alfred Kubin, Odilon Redon, Bruno Schulz y otros campeones de lo irracional.

Deseo, enfermedad, locura, miedo, pasión, asombro ante una realidad hostil e incomprensible hecha de impulsos destructivos, como los que guían la existencia de la fatídica Mujer-Vampiro. O los de cualquiera de nosotros cada mañana, cuando llega la hora de levantarse y afrontar el día...

2010-03-17

A vueltas con Niel

MÁSCARA NEGRA el VENGADOR De la pericia de don Melchor Niubó, alias Niel, como portadista de folletines, ya les he hablado en repetidas ocasiones. Basta con que vayan a la etiqueta "folletín" y lo comprueben ustedes mismos, que no voy a darles yo siempre toda la faena hecha...
Ilustrador extraordinario de escenas inverosímiles, su trazo grueso y expresivo nunca descuidó lo accesorio: vestidos, escenarios, muebles y decorados -que tal son en sus manos- se encuentran siempre sintéticamente representados, en imágenes de fuerza arrebatadora.

Resumen en sí, no ya una época -que también- sino el modo de fantasear, la concepción del género -y por ende del mundo- que impera en la España de los años veinte. Don Melchor trabajó sobre todo para Gato Negro; son rastreables sus numerosas historietas, publicadas en incunables hoy muy valiosos como Pulgarcito, Rataplán y otros semanarios de la casa. No es fácil verlos, mas aquí está su Abuelito para remediar tales carencias y acercarles a estos artistas ignotos cuyo recuerdo no debe perderse. Al menos mientras exista este Desván...